La reunión se celebró el 11 de noviembre.
El rey de Castilla Enrique IV, llamado “El Impotente”, envía a África un escuadrón de ballesteros para que le traigan el cuerno de un unicornio, con el que pretende recuperar su virilidad.
Para este encargo llama a Juan de Olid, el protagonista y narrador de la novela, a través suya conoceremos toda la historia de esta curiosa expedición.
Los componentes de este viaje son Manolito de Valladolid, que destacaba por ser un poco afeminado y perseguir sin descanso a Juan de Olid; un intérprete, conocedor de la lengua de moros y negros, llamado “el paliques” y Fray Jordi gran conocedor de hierbas y remedios, que informa al jefe de la expedición, que para cazar el unicornio tienen que adentrarse en tierras de negros y que, además, deben llevar una “doncella virgen” para apaciguar al animal.
El viaje comienza por tierras castellanas y se va adentrando poco a poco en un mundo desconocido para ellos. Primero llegan a tierra de moros y luego a la tierra de los negros.
La aventura se les va complicando y viven situaciones disparatadas. Participan en varias batallas; la doncella pierde su virginidad, con la dificultad de encontrar otra, deben atravesar un desierto a lomos de camellos y son robados y abandonados por los guías que les deberían llevar hasta el unicornio; hay muchos desertores que deciden quedarse a vivir allí; conocen de cerca el comercio de esclavos...
Finalmente consiguen el mítico cuerno que, como el lector adivina, es el de un rinoceronte.
Mueren todos excepto el comandante de la expedición, el valiente Juan de Olid, que regresa a España manco y viejo, a los veintiún años de la partida, para encontrar que el mundo ha cambiado en su ausencia. Ya los usos medievales, la fidelidad y el honor, valen poco, su rey murió y la nueva era que vive Europa es la de los mercaderes.