Camila una chilena de treinta y cuatro años, residente en Estados Unidos, está pasando un profunda depresión por la muerte de su hijo, un niño que nació enfermó y murió con sólo un año. Para cerrar esta etapa de duelo, decide aceptar una oferta laboral: viajar hasta Chiapas (México) para escribir un reportaje sobre la revolución zapatista.
Dolores, su madre, le aconseja que al llegar se entreviste con una amiga suya, Reina Barcelona, a la que conoció cuando estuvo en prisión en Chile. Reina le presentará a su círculo de amigos, sobre todo extranjeros, y podrá conocer los problemas y las causas de la lucha indígena.
Durante su estancia en San Bartolomé de las Casas, además, reflexionará sobre su familia y su matrimonio. Así, mientras descubre los claroscuros del México actual, Camila se debate entre la necesidad de reconciliarse con su pasado y el renovado impulso vital que la domina.
Dolores, su madre, le aconseja que al llegar se entreviste con una amiga suya, Reina Barcelona, a la que conoció cuando estuvo en prisión en Chile. Reina le presentará a su círculo de amigos, sobre todo extranjeros, y podrá conocer los problemas y las causas de la lucha indígena.
Durante su estancia en San Bartolomé de las Casas, además, reflexionará sobre su familia y su matrimonio. Así, mientras descubre los claroscuros del México actual, Camila se debate entre la necesidad de reconciliarse con su pasado y el renovado impulso vital que la domina.
En principio, destaca por la poesía en la construcción de algunas frases y por su modernidad en su construcción, cercana en la lectura y poética, a la vez, en el fondo.
ResponderEliminarEscrita con una cierta poesía en referencia al pueblo lacandón. La manera de ver la vida de un pueblo indígena, que últimamente ha cambiado mucho.
Tiene un estilo un tanto metafórico. Habla demasiado de diferentes amigos y da la impresión de que sólo para rellenar, por ejemplo: “de liberar a Gustavo de mi letárgica presencia, de desentrañar a solas mis propios duelos...”
Habla de distintos pueblos que han querido dejar su impronta o bien, referido al párrafo anterior “...tiñiendo la atmósfera de una rara disposición de eternidad”. Convulso constante de culturas en los que la mujer es una esclava, sin derechos a nada. El hombre montado en la burra y ella andando a su lado. La lengua de este pueblo es la c'hol.
Últimamente todo está cambiando, puesto que el despojo del pueblo indígena ha sido eterno, la precariedad en que vivían, que nunca eran dueños de la tierra que trabajaban. La humillación que sufrieron con el hombre blanco y la que sufren de sus maridos, si enviuda o quedaba soltera no come. Felizmente todo está cambiando.
“Es lo que está en mi corazón”, la frase en boca de las mujeres mayas al “cerrar su vida”.
Algunas de las opiniones que se dijeron en la reunión sobre este libro son:
ResponderEliminar- Muestra unos sentimientos muy superficiales que no te llegan a emocionar.
- Trata muchos temas pero todos de forma muy trivial, no profundiza en ninguno.
- Falta de intriga.
- Una historia mal hilvanada en la que todo es muy ambiguo, todo se insinúa y se deja caer pero nada se explica con claridad.
- No define a los personajes ni físicamente (sólo sabemos que Camila es pelirroja) ni psicológicamente. Es imposible hacerse una idea de cómo son, ponerles cara o imaginarlos físicamente.
- Es un libro caótico porque Camila es una persona caótica y refleja el caos que tiene este personaje.
- Se centra en la situación emocional de Camila, en sus conflictos con su madre y con su marido, al que no perdona que haya superado la muerte del hijo.
- La historia más interesante es la de Paulina, único personaje indígena con el que contacta, ya que es el único relato que tiene una estructura y en el que se relatan con claridad los problemas de los indígenas y especialmente de las mujeres.
Al final del libro la propia Camila nos define la narración como “esta larga y enredada historia”, creo que es lo único en lo que estoy de acuerdo, pocas veces 270 pág. se hicieron tan largas, pesadas y aburridas.
ResponderEliminarEl lenguaje que utiliza es muy elaborado pero no tienes la sensación de que sea culto sino de que es demasiado pretencioso, rebuscado y solemne. Creo que esta falta de naturalidad al contar las cosas hace que no te identifiques con la historia y que al libro le falte emoción, ternura e intriga.
El título prometía, “Lo que está en mi corazón” pero no es una frase original del libro o de la autora sino que es una expresión que viene de la tradición oral mexicana con la que las mujeres mayas terminan siempre sus relatos. Marcela Serrano dijo que “alude a la honestidad y al valor de la palabra. A muchos les parece cursi, pero para mí está cargada de fuerza y emotividad.” Me parece un acierto habérselo puesto porque estoy segura que será lo único que recordaré de este libro con el paso del tiempo.
Camila es una persona llena de contradicciones y de complejos. Está a favor de la lucha por la igualdad y el feminismo pero nos suelta pensamientos como éstos:
- “Agradecí que mi piel fuese lo suficientemente blanca, único elemento con el que contaba para ser escuchada”
- “Me gustaría... que mi solo aspecto acusara una superioridad sobre el normal de los mortales”
- “nada en mi es glorioso o heroico”
- “soy el basurero de mi marido... todas las cargas negativas de Gustavo terminan en mí... mi pecho va recibiendo uno a uno los dardos de su amargura pasajera” (aunque también cuenta cómo su marido la consuela, anima y sostiene durante su fuerte depresión)
- “¡Malditas sean todas las hijas de grandes madres sobre esta tierra!”
Por destacar alguna cosa, me ha gustado las pinceladas que da sobre la teoría de la liberación y el Obispo Samuel Ruiz, en las que se puede ver una religión que no predica sólo con la palabra sino también con los hechos y que está comprometida con las personas más pobres y oprimidas.
Algunas frases que podemos encontrar sobre la literatura:
“La literatura es la zona más acogedora de la existencia y gracias a ella el mundo se hace más habitable”
“Contar historias puede curar enfermedades o salvar; sin historias viviríamos un presente viejo”