miércoles, 7 de diciembre de 2011

El bolígrafo de gel verde

La reunión para comentar este libro escrito por Eloy Moreno se celebró el 6 de febrero de 2012, a las 18:00 h.



El protagonista -cuyo nombre no llegamos a conocer- es un hombre joven. Tiene una mujer con la que se casó profundamente enamorado pero cuyo matrimonio está instalado en la rutina; un hijo pequeño al que casi no puede ver por razones laborales; un trabajo estable en una oficina que no le llena ni motiva...

Su existencia es acomodada y aparentemente feliz, sin embargo, se siente asfixiado por su vida rutinaria y por la falta de tiempo para hacer las cosas que le gustan. Todo ésto, hace que su vida entre en una espiral de desencanto y agonía, haciéndole soñar con dejarlo todo atrás y huir buscando algo mejor, buscando sus sueños.

El cambio se pone en marcha a causa de un descubrimiento insignificante: la desaparición de un bolígrafo de gel verde. Cuando todos sus compañeros se han ido a casa, el va por toda la oficina (mesa por mesa, despacho por despacho) buscándolo. Esto iniciará una reflexión sobre su vida y la de sus conocidos de insospechadas consecuencias.

6 comentarios:

  1. Muchas gracias por elegir mi novela para vuestro Club de Lectura.

    Si al acabar de leerla queréis hacerme cualquier pregunta podéis escribirme a: elboligrafodegelverde@gmail.com

    Un saludo.

    Eloy.

    ResponderEliminar
  2. Cuando llegó el libro a mis manos, comencé leyendo la contraportada, me pareció algo extraña, sobretodo el final, “Si de verdad quiere saber el argumento de esta novela, mire su muñeca izquierda,.. Y así lo hice, pero no ocurrió nada, no fui capaz de descifrar cual era el argumento. Cuando terminé de leerla, entendí que era lo que el autor quería decir con esas palabras. No lo entendí al principio porque mi medidor del tiempo siempre lo he tenido en mi muñeca derecha.
    Pues del mismo modo que no entendí esa simple sentencia, he terminado la novela y no he sido capaz de entender a su anónimo protagonista. Es tan etéreo y vacío de vida como las letras que componen su nombre.
    Se trata de una persona que vive simplemente de observador, “sin sangre”, estamos ante un enfermo obsesivo-compulsivo, egoísta, emparedado en el tiempo y en un corto espacio en el que él mismo se ha enclaustrado, pero desde el que nos quiere hacer creer que desea salir.
    Vive en una mentira imaginaria, donde todo fluye a su alrededor: “un pobre hombre-medio rico (si tenemos en cuenta la crisis que nos acosa a todos), que tiene trajes de marca, coche de marca (BMW) casa sin hipoteca, ¿Cómo sé esto? Porque dice tener varias cuentas bancarias saneadas, tiene un hijo y una mujer que le quiere, y el muy insensato no es feliz.
    Como no tiene que preocuparse de una hipoteca, se preocupa de únicamente de que su boli sea diferente al de sus compañeros, y cuando ya consigue un color que lo diferencie, ahora sólo le preocupa que el bolígrafo verde esté a su lado, aunque para ello tenga que dañar a otros.
    Sufre porque todos sus días son iguales, porque no tiene tiempo para vivir, por eso aunque se queja y siempre está lloriqueando por que tiene mucho trabajo, por más que leo lo que hace en su oficina, en ningún momento encuentro que haga algo útil, este inútil protagonista, más que cotillear y acunar a su boli de gel verde.
    El estado emocional que presenta el protagonista podemos considerarlo como una enfermedad de ansiedad o depresión de la llegada a los 40, no sólo porque comienza a presentar cierto deterioro corporal, sino que además lo envuelve una desilusión constante por la vida que lo rodea. Olvidando sus responsabilidades como marido y como padre. Su estado de depresión agónica hace tal cantidad de estragos que mantiene una lucha constante entre lo que desea y lo que debe hacer.
    Tiene un final feliz, poco creíble.

    Este libro se puede leer en un fin de semana, porque hace uso de capítulos tan cortos, que a veces cuando pasas una hoja se ha terminado el capítulo. Otras cuando estás angustiado por el bucle tedioso del protagonista y vas a cerrar el libro parece que si lees la página siguiente vas a poder encontrarte con algo nuevo, pero llegas a sentir la misma melancolía que el protagonista, porque la novedad pasa de largo.
    Cuando terminas el libro das gracias por no ser como el protagonista y sólo eres capaz de pensar en que…



    “Siempre hay tiempo,
    Siempre hay tiempo para compartir experiencias, deseos, sentimientos y disgustos,
    hay tiempo para decir perdóname, te necesito o te quiero,
    siempre hay tiempo para luchar, para buscar y para perseverar,
    hay tiempo para no renunciar a los sueños, para gozarlos y para olvidarlos.
    Siempre hay tiempo para enfermar y para sanar,
    hay tiempo para pedir o dar un abrazo o un beso a las personas que más amas.
    También hay un tiempo para nacer y otro para morir,
    pero no hay tiempo para vivir muriendo.

    ResponderEliminar
  3. Autor autodidácta, bajo un lenguaje sobrio y sencillo, también directo y fácil en su lectura. Se observa cierto sentido poético en la transcripción de la rutina en lo diario, que no muda en líneas posteriores.

    Señalo la pulcritud y cierto calor cercano, en el día a día de una vida sencilla y sin tópicos, entre dos amigos que reviven los calores del verano y los rigores del invierno.

    Un relato que engancha por su sencillez y espontaneidad, y una amistad que se pierde sin justificación alguna. De ser conocidos a extraños en el ascensor. Como los grandes amores, sin justificación alguna. Al igual que en el Edén cuando apareció la “mujer”.

    La cotidianidad del momento es el hilo conductor. Mientras las secuencias se suceden, se intercalan las circunstancias del otro.

    Descarto ser una gran obra literaria pero engancha; en el cotianiano devenir del día a día se lee en busca de su final.

    ResponderEliminar
  4. El libro empieza soso, pero luego va metiendo otras historias: de sus compañeros de trabajo, de su mujer, etc. y lo va haciendo más ameno.

    También te hace pensar en lo rutinario del trabajo y la vida en la ciudad, de las prisas y la apatíá diaria.

    ResponderEliminar
  5. Esta reunión ha sido una de las más numerosas y animadas que recuerdo. Algunas de las opiniones que se dijeron en la reunión sobre el libro son:

    - Hubo disparidad de opiniones sobre el libro: a algunos les gustó bastante y les entretuvo, mientras que a otros no les gustó nada y les costó mucho trabajo leerlo.

    - Ha sido una gran sorpresa, buena o mala, para todos ya que nadie se esperaba que el libro fuera así. A pesar de la gran campaña de marketing que ha tenido esta obra y del boca a boca, no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar, quizá por ello haya decepcionado un poco.

    - Es curioso que el protagonista no tenga nombre, puede ser así para que te identifiques con él, pero, en general, este personaje nos ha causado rechazo y no ha despertado nuestra simpatía. Algunos adjetivos que se le dieron son: cobarde, patético, comeollas, pavisoso, “es un nabo helado”, cruel...

    - Algunas personas se pueden sentir identificadas con las experiencias narradas y ver reflejada su forma de vida, una vida normal en la ciudad.

    - A esta persona puede verse como víctima de la sociedad y de la forma de vida moderna.

    - Es un libro lento, cuesta trabajo coger las historias y se pasa en detalles que no vienen al caso.

    - Si con la historia del bolígrafo perdido trata de contar la rutina de su vida, lo ha conseguido. Ha logrado llevar a los lectores al borde de la desesperación y hacernos sentir la obsesión del protagonista.

    - Por la desaparición de un bolígrafo se creó él mismo y creó a los demás un buen problema, ya que los daños colaterales fueron demasiado grandes. Se equivocó pero en vez de admitirlo eligió la venganza; además la venganza fue muy cruel, al destrozar la vida de varias personas.

    - Busca un poco de emoción en su vida por eso se crea problemas, se hace amigo de la mujer de la limpieza...

    - No es capaz de dar nunca un paso al frente. No tiene espíritu de lucha, no es un modelo para nadie.

    - Es incapaz de sentir empatía por los demás.

    - Juzga a los compañeros de trabajo sin conocer sus circunstancias personales o familiares. Pasan juntos muchas horas pero no se conocen.

    - Tiene un problema de comunicación, con su pareja y con todos los que le rodean. Sufre mucho pero no es capaz de decirlo, tiene miedo a enfrentarse a las cosas o a las personas y no le gusta la rutina en la que ha entrado su vida pero pero no es capaz de hacer nada por romperla.

    - Tiene la vida resuelta, una buena vida pero no puede salir de su incomunicación ni de su soledad autoimpuesta. A pesar de todo lo que tiene consigue dar la impresión de una vida patética.

    - Nos lo muestra como un héroe, como una persona capaz de cambiar su vida y ser feliz, pero para nosotros, no tuvo otro remedio que huir, se vio obligado a dejar su vida, y, además, se fue por la puerta de atrás, haciéndole mucho daño a todos los que le rodeaban y que sólo le habían demostrado cariño.

    - Los personajes secundarios son muy sosos y típicos: jefe ligón, recepcionista guapa y un poco tonta...

    - Las descripciones de la escalada, revolcándose en el barro, escurriéndose... en lugar de demostrarnos su afán de superación y tesón por conseguir algo, han logrado parecernos patéticas (el personaje ya se nos había hecho insoportable y no hemos podido acompañarlo en su
    lucha).

    - Nos gustan los finales felices y cerrados pero éste es demasiado idealizado y evidente.

    - Si el autor quería transmitir que lo importante es aprovechar el tiempo, no lo ha conseguido. El tiempo se puede aprovechar en un pueblo o en una ciudad poniendo algo de nuestra parte.

    - Al estar escrito en primera persona sólo conocemos las cosas desde su punto de vista, lo que lo hace más angustioso.

    - El autor ha sido valiente haciendo que el protagonista de su primera novela sea un personaje desagradable, desencantado, cobarde, que genera más rechazo que simpatías, y consiguiendo que su obra se convierta en un éxito de ventas y, casi, en una lectura obligada.

    ResponderEliminar
  6. El libro no me ha gustado demasiado, quizá porque como había leído tantas críticas positivas en Internet esperaba mucho más o quizá porque al ser el autor una persona tan constante, dinámica y con tanta fuerza de voluntad, no me esperaba un personaje tan apático y cobarde.

    La historia me empezó gustando mucho, en el primer capítulo el protagonista nos cuenta su mayor “tesoro”: su infancia. Aquí hay muchas cosas con las que te puedes sentir identificada y que te traen buenos recuerdos, como las largas tardes de verano jugando bajo un sol de justicia, negándote a echar la siesta, los bocadillos de Nocilla, las amistades de verano... y, también, las amistades de la infancia que se quedan por el camino.

    Pero este niño va creciendo y nos encontramos con un personaje frustrado, egocéntrico, que ha bloqueado completamente sus sentimientos, atrapado en su infelicidad e incapaz de hacer algo para salir de esta situación. Me llamó la atención su cobardía y su incapacidad para hablar con su esposa, Rebeca, y hacerla partícipe en el desencanto e insatisfacción de la vida que han acabado llevando.

    Su vida no le gusta, así que traza un plan para cambiarla y buscarle un sentido. Nos encontramos con “El despertar de la esperanza o la esperanza del despertar” pero siguiendo con su estilo, el despertar y la esperanza son para él solo, su mujer y su hijo no entran en el lote.

    El final es demasiado ideal y cinematográfico. No he podido creerme su felicidad tan absoluta, lo veía tan desolado y cobarde, que no le doy la fuerza necesaria para dar un giro tan radical a su vida.

    ResponderEliminar