Sidney Orr es un escritor que se está recuperando de una grave enfermedad que, contra todo pronóstico médico, superó. El 18 de septiembre de 1982 en uno de sus tranquilos paseos por Brooklyn entra en el “Palacio de Papel”, una pequeña librería regentada por el señor Chang, en la que compra un misterioso cuaderno azul hecho en Portugal.
Este cuaderno y una historia contada por John Trause, un famoso escritor amigo suyo, le sirve de inspiración para volver a escribir. El personaje de Flitcraft, creado por Dashiell Hammett y que aparece en “El halcón maltés”, le sirve de base para crear a Nick Bowen, un editor que recibe el manuscrito perdido de Sylvia Maxwell, una famosa escritora en los años veinte, cuyo título es “La noche del oráculo”. Nick se siente inmediatamente atraído por Rosa Leightman, nieta de la escritora y propietaria del manuscrito, y después de salvar su vida por un pelo decide darle un giro radical a su tranquila existencia: se marcha de Nueva York, sin dar explicaciones a nadie, cogiendo el primer avión que sale del aeropuerto de La Guardia.
Este cuaderno y una historia contada por John Trause, un famoso escritor amigo suyo, le sirve de inspiración para volver a escribir. El personaje de Flitcraft, creado por Dashiell Hammett y que aparece en “El halcón maltés”, le sirve de base para crear a Nick Bowen, un editor que recibe el manuscrito perdido de Sylvia Maxwell, una famosa escritora en los años veinte, cuyo título es “La noche del oráculo”. Nick se siente inmediatamente atraído por Rosa Leightman, nieta de la escritora y propietaria del manuscrito, y después de salvar su vida por un pelo decide darle un giro radical a su tranquila existencia: se marcha de Nueva York, sin dar explicaciones a nadie, cogiendo el primer avión que sale del aeropuerto de La Guardia.
En “La noche del oráculo”, una breve fábula sobre el paso del tiempo y sobre la predicción del futuro, Nick empieza a ver una relación, indirecta y metafórica, entre lo que le pasa a él y la historia que se cuenta en la novela. Aquí el protagonista es Lemuel Flagg, un teniente inglés que ha quedado ciego a consecuencia de unas heridas de guerra. La ceguera lo dota del don de la profecía, un don que le proporcionará grandes riquezas e influencias pero, también, mucho dolor, un dolor que será incapaz de afrontar.
Además de todas estas historias, Orr nos va contando su propia vida, su historia de amor y su matrimonio con Grace, su amistad con John Trause, sus encuentros con el señor Chang...
Que los disfrutéis!! Auster será un invitado de lujo.
ResponderEliminarBesos,
Gracias, Carmen. El libro dió mucho juego y fue muy entretenido de comentar.
EliminarYa nos contarás lo que sale de ahí. El universo Auster da para mucho.
ResponderEliminarBesos
Después de leerlo entendemos lo del "universo Auster".
EliminarSaludos
Algunos de los comentarios que se hicieron en la reunión sobre este libro son:
ResponderEliminar- Como siempre las opiniones sobre el libro estuvieron muy divididas: a unas les gustó mucho y a otras el libro les decepcionó.
-Todas las asistentes coincidimos en que el libro empezó siendo muy interesante pero llegó un momento, con la quema del cuaderno azul, en que para algunas perdió todo el interés. No llegaron a entender cuál es la finalidad de la historia.
- Un libro muy bien escrito, lleno de historias paralelas que no llegan mezclarse.
- No pierdes el hilo del argumento en ningún momento, está perfectamente hilvanado
- Dibuja con gran precisión a los protagonistas, lo que te permite ir casi por delante de la historia
- Tiene un modo de escribir muy peculiar, su escritura es sencilla, ágil, fácil de entender y en pocas líneas es capaz de crear tensión, emoción, ternura...
- Está lleno de personajes raros, que dieron un gran juego en nuestros comentarios.
- Un libro demasiado corto para tanta trama
- Te engancha al principio pero poco a poco se va desinflando
- Da mucho juego, empieza a soltar cabos de los que se puede tirar pero no concluye nada
- Pasan muchas cosas pero no desenvuelve ninguna
- Lleva las situaciones hasta puntos extremos, te deja preguntándote ¿y ahora qué pasará?
- Las pequeñas historias que plantea consiguen crear tensión, emocionar... pero se quedan si finalizar, te deja a medias pensando ¿cuál será la solución? Para al final descubrir que lo deja todo en punto muerto
- La historia de Nick Bowen crea angustia, te das cuenta de que se ha dejado las llaves fuera, que se quedará encerrado, que nadie sabe que está allí
- Las notas a pie de página son muy largas, casi otra historia dentro de la historia.
- Da al personaje de Rosa Leightman la personalidad de su amada Grace: se conocen en la oficina de un editor, son guapas, alegres, independientes, misteriosas...
- A Sidney Orr lo vemos como un personaje gris que refleja su situación personal en sus historias: ha visto la muerte de cerca y decide crear una nueva existencia.
- Su relación es ambigua, no se conocen, tienen muchos secretos entre ellos.
- Destacamos al señor Chang como el protagonista más curioso del libro, su actitud, sus negocios, su enfado... no conseguimos entenderlo
- El cuaderno azul tenía poderes, le inspiraba, simplemente abriéndolo empezaban a llegarle las ideas. Por un lado escribe todo lo inventado, después empieza por el final escribiendo lo que el creía que era la realidad.
- En las últimas páginas precipita todo, quita de en medio a todos los personajes que pueden perjudicar el matrimonio de Sidney y Grace, su relación se queda sin obstáculos, incluso hace desaparecer al bebé ante la duda de que el no sea el padre.
- Al final todo es negativo, causa un daño extremo: todo desaparece o muere.
- Cuando quiere avanzar lo hace rápido, deja en suspenso las tramas que no le interesan, dotándolas de un toque mágico o sobrenatural para justificarse, y cierra la principal con un final feliz para los dos protagonistas.
Paul Auster me ha parecido un gran escritor, ha conseguido crear un laberinto de historias en el que el lector nunca se pierde, hasta da la impresión de que contar cosas es muy fácil.
ResponderEliminarEl libro me enganchó desde el principio, incluso cuando te das cuenta de que no es una novela al uso porque aquí algunas historias se quedan sin resolver y la relación entre lo imaginado y la vida real se vuelve muy estrecha.
Sidney Orr nos dice que le entusiasma describir pasiones y vivirlas con sus personajes, y a lo largo de estas páginas podemos encontrarnos con una gran cantidad de sentimientos: pánico, angustia, soledad, desesperanza, amor, entrega, odio, melancolía, incertidumbre...
De todos los relatos cortos, para mí destaca el de Richard, el cuñado de John Trause, con su caja de doce fotografías y sus recuerdos.