viernes, 9 de febrero de 2024

Cuando Dios ahoga, aprieta pero bien. Cándida, memorias de una asistenta.

La reunión para comentar esta novela del escritor Guillermo Fesser será el día 13 de marzo, miércoles, a las 17:00 h.




Sinopsis 

Cándida nació para ser un personaje de leyenda y en eso la ha convertido el genio indiscutible de Guillermo Fesser. En estas páginas, en las que el autor ilumina y ordena cronológicamente las delirantes historias que Cándida le ha ido relatando atropelladamente a lo largo de los años, descubrimos a una mujer muy especial que, sin pretenderlo, vive perpetuamente instalada en el absurdo. Y es que la propia vida, a poco que la analicemos con agudeza y sentido del humor, es un completo disparate... más aún si, como a Cándida, las circunstancias nos obligan a desarrollar cierta picaresca que el mismísimo Lazarillo de Tormes no dejaría de admirar. Un inagotable rosario de desgracias... con final feliz.

Un libro indispensable para todos aquellos que piensen que la mala fortuna se puede conjurar con muchísimo coraje y, sobre todo, con buen humor.


4 comentarios:

  1. Dejamos un resumen de esta reunión:

    - El libro ha despertado opiniones muy diferentes, muchas han disfrutado con su lectura mientras que a otras asistentes no les ha gustado nada.

    - Cándida Villar Vera, la protagonista, nació el 30 de enero de 1932 en Martos (Jaén).

    - Es una historia en la que cuesta entrar debido al carácter singular de Cándida y al lenguaje tan surrealista que usa pero que después va enganchando.

    - Con sus expresiones delirantes consigue meternos en su drama.

    - Cuanto más la conoces, más cariño le tomas.

    - Cuenta las vivencias más terribles con humor y resignación.

    - Enfrenta el dolor y las desgracias con su buen carácter.

    - Es una mujer decente y trabajadora que nos ha transmitido mucha dignidad.

    - Siempre tiene buen ánimo.

    - Está orgullosa de hacer bien su trabajo, es muy intuitiva.

    - Tiene una vida terrible pero no se queja, es una luchadora.

    - Es una superviviente, cuando necesitaba algo buscaba ayuda en los sitios adecuados.

    - No tiene nada de tonta, es ingenua e inocente pero certera.

    - Fue una buscavidas.

    - Simboliza la sabiduría popular.

    - Era sincera y no le gustaban las injusticias.

    - Se mueve en todos los ambientes con la misma actitud: palacios, condesas, religiosos, conventos, monjas, chabolas, drogadictos, sanatorios, enfermos mentales, comisarías, juzgados...

    - Viene de un hogar infeliz y no sabe transmitir afecto.

    - Es un homenaje a las mujeres que hicieron malabares para llevar la economía familiar.

    - Estaba todo el día trabajando para sacar a sus hijos adelante mientras su marido bebía y jugaba. Sus hijos crecieron solos en una época y en un barrio en el que fueron carne de cañón.

    - Su casa era un infierno.

    - Con esas mismas circunstancias muchas estaríamos agotadas física y psicológicamente.

    - Retrata la vida cotidiana de una generación.

    - Cándida refleja la mentalidad machista de una época, en la que a los hijos varones se les consiente todo (pobrecitos) y a las hijas se les exige todo o se las echa de la casa.

    - Las hijas tienen que encargarse del cuidado de los hermanos varones y de las tareas de la casa.

    - A los hombre se les permite su espacio, sus aficiones o debilidades; a las mujeres, nunca.

    - Retrata el Madrid de los años 80 en el que la droga devastó a muchas familias de barrios humildes (ella residió en San Blas y Pan Bendito).

    - Aguantó malos tratos de su marido durante años. El era un hombre maleducado, alcohólico, poco amigo del trabajo...

    - Su marido se dirigía a ella como “tía serda” o “tía guarra”.

    - El libro cuenta muy bien la lucha imposible por salir de la droga, las enfermedades mentales, la soledad, los malos tratos.

    - Trata gran variedad de temas: analfabetismo, falta de oportunidades de los jóvenes, adicciones, conflictos vecinales, delincuencia, violencia de género, desigualdades...

    - La única alegría de su casa es una televisión y todo lo que es capaz de hacer para recuperarla pone de manifiesto su carácter y la vida que llevaba.

    - Es inhumano el relato que hace de cuando necesitó una operación urgente, a vida o muerte, debido a una hemorragia por aborto espontáneo que no se podía realizar sin el consentimiento de su marido. Pero su marido estaba desaparecido y estuvo tres días en el hospital luchando por su vida hasta que el señor dio la autorización médica.

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  2. - A sus hijos los describe su ironía típica: “Ocho hijos traje al mundo y los ocho me han salido defectuosos. La mala suerte de no haber exigido el certificado de garantía en el sanatorio”

    - Tiene un día nefasto de Nochevieja: su hijo se pierde, su madre es llevada a urgencias donde pierde la cabeza y su marido fallece “sin demora”.

    - Al quedar viuda queda traspuesta ya que su marido, a pesar de todo, “era la única sombra que yo poseía en la tierra”.

    - Es complicado encontrar espacio y tiempo para dedicarse a ella. Por esto, destacamos que para escapar del cansancio y la fatiga se escapa algunos domingos a las oficinas donde trabaja para bañarse en el jacuzzi.

    - Hasta los sesenta y pico de años, cuando viaja a Nueva York, no ve el mar y es muy acertada su definición de la Estatua de la Libertad, “una monja con corona de espinas que sujeta un cucurucho de vainilla en lo alto”.

    - Tiene un buen final: sale de su rutina, descansa de todos durante un tiempo pero su familia y su entorno tira más. “Ése era mi destino, permanecer junto a los míos, y me resignaba a continuarlo”.

    - La novela está llena de ocurrencias léxicas: se murió levemente, cayó germinado de un infarto, “frita no, me tenía rebozada”, fotos profesionales de las que te haces en un fotomatón del metro, casi me da un sínodo.

    - Otras frases: se lo cuentas a un tonto y le salen estudios, se lo cuentas a un sordo y le sale pelo, se lo cuentas a un cojo y se le cae el pelo.

    - Hablamos sobre “el seguro de los muertos” que ella paga durante toda su vida y cuando lo necesita para enterrar a su marido no cumplen con sus voluntades.
    Todo son trabas y problemas.

    - Algunas opiniones fueron negativas ya que piensan que la forma de escribir de Fesser es pésima, argumento repetitivo, demasiadas desgracias para una persona y es difícil creer que una persona no sea capaz de prosperar nada después de una vida de trabajo sin descanso.

    - Nosotras hemos leído una edición de 1999 pero hay una reedición en 2006 donde se añade una segunda parte, con la continuación de la historia hasta julio de 2005.

    - En 2022, Cándida cumplió 90 años y Guillermo Fesser pidió que se le enviaran postales de felicitación. En tres meses recibió más de mil postales de todo el mundo.

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  3. El libro está catalogado como género: humor.

    Como este es el primer libro del autor, no es de extrañar que se le ha quedado la vena humorística, heredada de su programa radiofónico cómico, del Dúo Gomaespuma. Una cosa es realizar un programa cómico, para divertir al oyente, y otra escribir un libro, relatando vivencias reales de la vida dura de una sirvienta esperando que el lector se ría. Es un recurso literario que ha empleado Guillermo Fesser para convertir una historia terrible en una lectura amena y jocosa.

    Desde luego, no tengo duda que a muchos lectores, incluida yo, los dejará perplejos y con cierto sabor amargo.

    A veces, ese humor que destila el libro pienso que es algo basto y algo reiterado. Los efectos cómicos, si se abusa de ellos pierden esa chispa de gracia tan vital. Pueden llegar a parecer absurdos.

    No sé hasta qué punto se puede narrar la vida tan ajetreada, plena de circunstancias extraordinarias, incidencias inverosímiles, desgracias y sucesos dolorosos de la manera tan frívola, como si la existencia de Cándida fuera un jardín de rosas lleno de alegrías y situaciones graciosas y divertidas.

    Creo que Cándida se merecía otro trato, ya que casada con un borracho, llamándola cariñosamente “tía serda”, con ocho hijos, que vaya joyas cada uno y que ninguno de ellos le facilitó su vida. Y qué decir del resto de su familia, en cuanto alguno de ellos tenía la oportunidad venían a vivir a su costa.

    Lo que es cierto, es que el personaje de Cándida es adorable, está lleno de humildad y simpleza, de mucho coraje y sin ningún tipo de falsedades que enturbien su auténtica identidad luchadora.

    Cándida estaba muy contenta en Nueva York pero cuando su hijo Julián la necesitó, no dudó. Recordó la frase que decía: cuando una buena gallina se haya marchado del corral, siempre vuelve en busca de sus polluelos.

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  4. Cándida es la protagonista del libro. Cuenta su vida por orden cronológico narrado en primera persona.

    Nace en Martos (Jaén) y la vida le enseñó lo que "pintaba en este planeta: menos que un cerdo a la izquierda".

    Trabajó de asistenta en "cienes de casas" y tuvo ocho hijos.

    Una vida muy difícil y complicada donde a la edad de siete años estaba "todo el día en la calle", "hecha una analfabeta de manga entera".

    En nuestra España de postguerra hay pobreza: "El Auxilio Social eran los comedores donde solían parar los pobres".

    La emigración está presente y Cándida viaja a diferentes lugares de nuestro país desempeñando múltiples trabajos.

    Se casa con Román, un marido del que sufre infidelidades, "me abandonó para irse a vivir con un hombre".

    Malos tratos "mi marido seguía pegándome" y violencia familiar agravada por la bebida, "tenía un alcohol muy malo", "a los chicos me los tiene consumidos de los nervios".

    Mucho sufrimiento con problemas de salud, la enfermedad de un hijo con "esquizofrenia paranoide" y otro hijo "drogadicto de ida y vuelta", con robos, detenciones y visitas a la cárcel a causa de las drogas.

    Cándida recibía ayuda de Cáritas, de la parroquia, "le daban subsidios", hasta que un día se marcha a Nueva York con una familia a trabajar, "para pulgas las que me dejo atrás".

    Encuentra una vida más tranquila alejada de su familia, "empecé a dormir mejor que nunca".

    En América "se había hecho un hueco", "una ilusión grandísima" pero "seguía pensando en sus polluelos". Y al final, "el billete de regreso", "ese era mi destino permanecer junto a los míos".

    Opinión personal
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    Es un libro muy ameno.
    Cándida lo cuenta todo con humor a pesar de la vida triste y difícil que ha tenido, de ahí su modo de expresarse, sus palabras inventadas o mal pronunciadas.

    El libro refleja temas sociales como pobreza, explotación laboral, emigración, violencia doméstica, drogadicción y enfermedades mentales.

    Cándida es una mujer sencilla, sin maldad, padeciendo penas y desgracias se enfrenta a la vida según viene.

    Es una madre entregada y luchadora por su familia.

    De ella se puede aprender su gran fortaleza.

    Recomiendo su lectura.

    Un saludo
    Carmen

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