viernes, 2 de diciembre de 2022

Un lugar pagano

 La reunión para comentar esta novela de la escritora irlandesa Edan O'Brien se celebró el día 30 del noviembre, miércoles, a las 19:00 h.




Sinopsis

Una joven recuerda su difícil, y a la vez fascinante, niñez en la Irlanda rural de los años treinta y cuarenta: los rituales de la vida en el pueblo, las personas que conoció y amó, la encantadora belleza del paisaje. Pero también recuerda qué la llevó a abandonar su hogar para siempre, aquel instante exacto: el indecible misterio de su familia.

En esta extraordinaria novela autobiográfica, Edna O’Brien nos habla, con una voz femenina tan sutil como poderosa, acerca de la sexualidad y la muerte, la familia y la iniciación a la vida. Se trata, en cierto modo, de un libro sobre cómo crecemos, sobre cómo se crea nuestra identidad; y, también, sobre la difícil vida de las mujeres en un tiempo lleno de conflictos de un tipo u otro.


Un lugar pagano, bellamente bíblica a veces, es probablemente la verdadera novela de Edna O’Brien sobre Irlanda: su texto más exacto y de lenguaje más certero acerca de aquellos paisajes, tan maravillosos como terribles a la vez, que una vez fueron su hogar. Y en sus páginas se narra no sólo una vida irlandesa ­—la de una niña que se convierte en mujer­—, sino la experiencia de la cual surge dicha singularidad. O’Brien sabe llegar al corazón mismo de la realidad y de sus contradicciones, religiosas, sociales o políticas, en una Irlanda de aldeas rurales y campos de cebada, de druidas en el bosque y bebés sin padre conocido en el vientre, de niñas traviesas y hombres armados y borrachos. En sus páginas, bellas e inolvidables, habita la vida misma.


«Las primeras ochenta páginas constituyen la reconstrucción de una experiencia de la infancia que, hasta donde yo sé, es única en la lengua inglesa… Es un libro excepcionalmente memorable porque su genialidad proviene del dolor mismo de la memoria». John Berger



2 comentarios:

  1. Dejamos un resumen de las opiniones que se escucharon en esta reunión de nuestro club de lectura:

    - Como suele suceder en las últimas reuniones, la novela despertó diferentes opiniones: a la mayoría les gustó mucho pero hubo alguna asistente a la que le gustó nada.

    - La mayoría de las opiniones fueron positivas y nos pareció una buena lectura.

    - Es un libro complejo, exigente, muy difícil de seguir.

    - Necesitas algunas páginas para seguir la narración.

    - Cuesta leerlo pero está bien escrito.

    - No hay diálogos, es muy descriptivo.

    - Utiliza frases muy cortas y un lenguaje sencillo.

    - La narración es esquemática, inocente, pausada. Para algunas, le falta algo de profundidad.

    - Está contado en 2ª persona, la narradora se cuenta a sí misma su infancia y adolescencia.

    - No llegamos a conocer el nombre de la protagonista.

    - No hay un hilo argumental lógico sino que se cuentan las cosas de forma dispersa, según van llegando a la memoria de la narradora.

    - No sigue un orden temporal.

    - No hay tristeza, odio o resentimiento en sus recuerdos. La protagonista acepta las circunstancias, la cruda realidad en la que vive.

    - Es una narración muy realista.

    - Es una sociedad sometida a la religión y a las apariencias lo que genera mucha hipocresía.

    - La segregación religiosa es total, no podían ir a la iglesia protestante y siempre se especifica que son protestantes pero “gente de bien”.

    - Muestra la sociedad rural en su conjunto, con todas sus clases sociales y la forma en la que se relacionaban entre ellas.

    - Lo que cuenta puede estar pasando ahora mismo en algunos lugares del mundo.

    - Es muy interesante ver cómo están interrelacionados unos con otros, cómo se ayudan, cómo se enteran al minuto de lo que pasa...

    - Era una época muy conservadora, se hacía lo mismo pero escondido.

    - Nos identificamos en cosas que hemos hecho de pequeñas, nos reconocemos en el entorno rural.

    - Alguien opinó que lo más interesante era el aspecto costumbrista y que llevar el hilo argumental no era tan importante como ver el estilo de vida, las costumbres, las relaciones que había entre ellos...

    - Una crítica que se hizo fue que la traducción utiliza muchos localismos lo que le da carácter al libro.

    - Hace una gran defensa de la mujer, critica su situación de desamparo. Hacer una denuncia tan explícita a la iglesia tuvo su mérito, poca gente quería un enemigo tan fuerte (en España hasta hace unos años nadie se atrevía a denunciar los abusos del clero a menores).

    - Edna O'Brien trata abiertamente la sexualidad femenina por lo que muchas de sus obras fueron prohibidas por la censura.

    - Parece que el relato está inspirado en su propia vida ya que su padre era alcohólico y su madre ultrarreligiosa.

    - Los protagonistas pasan muchas penurias, encontramos violencia sexual, malos tratos, fanatismo religioso, traiciones, machismo, alcoholismo, soledad.

    - Estaban acostumbrados a la violencia y al alcohol, por ejemplo en este pequeño pueblo había 30 tabernas.

    - Cada personaje escapa de su situación como puede, la protagonista sin nombre ve en la religión una salida, una liberación de su situación porque en esta comunidad ya no tiene futuro, no era una mujer digna.

    - Debe pasar de adolescente a mujer con mucho dolor, presiones sociales y sin ningún apoyo familiar.

    - Hablamos de algunas curiosidades que nos han llamado la atención: el plátano como un producto extraño, muy difícil de conseguir que algunos no sabían comer; el descubrimiento del padre de los invernaderos para cultivar; el suicidio de las personas que no encajaban.


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  2. En primer lugar, quiero felicitar a Regina López Muñoz, la traductora del libro de la prestigiosa escritora irlandesa, Edna O’Brien, Un lugar pagano, por haber tenido el arte de traducir y captar los pensamientos y vivencias de la protagonista, que a pesar de haberlo intentado, no lo he conseguido. Cada vez que he cogido el libro, he terminado medio mareada. He tenido momentos, que ya estuve dudando sobre mi capacidad de analizar e interpretar lo que quería la autora decir.

    Desde luego, la autora tiene una facilidad de narrar unas cuantas situaciones dispares a la vez, son como piezas literarias de puzzle, que uno intenta ensamblar. Aunque estás muy pendiente, te pierdes, porque a la siguiente frase, ya te ha trasladado a otro escenario y otra situación que no liga para nada con la anterior, te desconcierta.

    Sinceramente, hace mucho que no me había pasado con un libro, de abandonarlo. Me gusta terminarlo ya sea, por darle más oportunidad… a ver si pasa algo más… o por simple morbo, a ver… cómo sale de esto.

    Bueno, lo he terminado y sinceramente, puede ser un poco cruel decir, era lo mejor de todo el libro, el llegar al final.

    Voy a citar sólo unas pocas situaciones para corroborar los momentos chocantes y muy descriptivos:

    “¡Tengo visita, tengo visita!, exlamó Emma toda alborozada al tiempo que tiraba de la cadena. Temiste que despertase a toda la casa. Te preguntó si sabías lo que eso significaba, si estabas al tanto de las cosas de la vida, y tú dijiste que sí, aunque titubeante. Tú sangrabas, habías empezado a sangrar inesperadamente un día mientras desde una cuneta veías pasar los caballos, carretas y bestias de un circo ambulante.”

    "Las vejigas tenían color de pus"

    "…sus libros tenían señales, huellas de dedos, manchurrones, flores entre las páginas y mocos secos,"

    "…hervías cabezas de cordero para los perros. Sus ojos te devolvían la mirada cuando tapabas la cazuela, cuando decidiste asistir a un baile tus padres pensaron que te había poseído un diablillo, pero el verdadero motivo era que tendrías que hacer cabriolas y dejarte abrazar por hombres que te repugnan… ¿qué tiene que ver las cabezas de cordero con el baile? A veces parece divagar."

    Al final, me he quedado sin saber cómo se llama la protagonista. Tuve una ligera esperanza al enterarme, cuando su madre le regala el monedero con unas letras que podrían ser sus iniciales, pero mi gozo, en un pozo.

    Para arreglar un poco el desorden, terminaré con un párrafo que me ha conciliado un poco con la autora y no me ha dejado indiferente:

    “Tú examinaste las tazas. Eran de porcelana inglesa. Estaban desgastadas por los bordes, donde muchos labios se habían posado repetidamente a lo largo de los años. Estudiaste las hojas de té. Eran como tormentas en el interior de las tres tazas. Te levantaste y oliste las flores que había en un cuenco. Les habían cortado los tallos. No tenían ningún sustento salvo el agua sobre la que flotaban. Las habían dispuesto para la ocasión. Eran rosas de té, todas iguales pero distintas. Olían igual pero poseían características diferentes. Cuando las mirabas fijamente sin pestañear era como dejarse arrastrar a su interior, como un hechizo, como meterte entre pliegues y más pliegues carmesí. Eran distintas a la altura de base, tenían diversos tonos, diversas gradaciones de color y cada una poesía un corazón único.

    Algunas aparentaban preocupación como si fuesen personas y otras, impaciencia. Había insectos pequeños que se paseaban por ellas en silencio, que viajaban sin hacer ruido y al azar de un pétalo a otro, de una flor a otra. Entre ellas no había espacios. Los bichillos no tenían que poner en marcha su ingenio para pasearse por ellas. Te dio pena que estuviesen tan apretujados. Separaste los pétalos caídos en un intento por formar un dibujo. Hiciste una línea recta. Nada osado…"

    Como el libro.

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