La reunión del club de lectura para comentar "El jinete polaco" de Antonio Muñoz Molina tendrá lugar el día 6 de marzo, jueves, a las 18:00 h.
Sinopsis
Un traductor que viaja de ciudad en ciudad le cuenta su vida a una mujer, evocando en su relato las voces de los habitantes de Mágina, su pueblo natal. Así sabremos de su bisabuelo Pedro, que era expósito y estuvo en Cuba; de su abuelo, guardia de asalto que en 1939 acabó en un campo de concentración; de sus padres, campesinos de resignada y oscura vida, y de su propia niñez y turbulenta adolescencia en un lugar en plena transformación.
En un período de tiempo comprendido entre el asesinato de Prim en 1870 y la guerra del Golfo, estos y otros personajes van configurando el curso de la historia de esa comunidad y de España, formando un apasionante mosaico de vidas a través de las cuales se recrea un pasado que ilumina y explica la personalidad del narrador.
Galardonada con el Premio Planeta en 1991 y el Premio Nacional de Literatura en 1992, El jinete polaco es una novela envolvente, torrencial, soberbiamente escrita, considerada una de las más ambiciosas y logradas de la narrativa española.
Buenas tardes:.
ResponderEliminarMe es imposible ir a la reunión, pero quiero dejar mi reseña sobre el libro, *El jinete polaco* de Antonio Muñoz Molina.
Es un excelente escritor, para mí gusto un poco repetitivo, sobran al menos 100 páginas, pero lo relatan bien, que acaba haciendo ameno.
La historia de la mujer emparedada, ya la conocía, hoyen día la *Casa de las Torres*, es donde se dan clases de arte ahora.
La sobrina de mi marido, estudió allí *Diseño de interiorismo*.
Y me contó la historia. Es cierto que Antonio la ha aumentado con lo de la bomba y los gatos, no sé si es de su invección o verdad.
A medida que Leia él libro, la veía similar al pueblo en el que vivimos,
donde yo nací, no en vano los dos son pueblos de Jaén, y las costumbres las mismas, por supuesto que *Mágina* es *Úbeda*,.
Saludos a todas.
Hacemos un resumen sobre nuestra última reunión:
ResponderEliminar- La novela ha gustado a la mayoría de las asistentes aunque todas coinciden en que es una novela demasiado repetitiva.
- Se recrea tanto en las descripciones que te acabas perdiendo.
- Pág. 341: “siempre la desesperante repetición de los mismos embustes y los mismos recuerdos […] una memoria circular en la que el tiempo no progresaba”.
- El libro está “lujosamente detallado”.
- Novela muy interesante pero bastante larga y de lectura lenta.
- Muy densa y extensa pero hacia el final las piezas van encajando.
- La trama es como las piezas de un gran puzzle formado por personajes, recuerdos, sueños, reflexiones, miedos, muertes, amores, viajes... que poco a poco se van acoplando.
- Su forma de narrar es directa y utiliza un lenguaje sencillo.
- Hay que estar muy atenta para seguir y descifrar los recuerdos.
- No hay orden en la narración, los saltos temporales son constantes.
- Pasado y presente se van alternando.
- Es una carta de amor a Nadia y una reconciliación con su pasado.
- Es una lenta reconstrucción de la vida de los dos amantes: Manuel y Nadia.
- Describe con muchas enumeraciones y crea sensaciones visuales, olfativas...
- Nos muestra cómo es vivir en una zona rural: rutinas, esfuerzos, miedos, mucho trabajo..
- Recrea las costumbres de la época y como era la infancia.
- Hace una gran descripción de Úbeda: edificios, calles, paisajes, paisanos, bares y zonas de paseo.
- Crea ficción a partir de la realidad y muestra la evolución entre la vida de las diferentes generaciones.
- Durante todo el libro va completando la información que nos da al principio, recupera las historias y las va ampliando.
- Menciona una y otra vez un hecho o un tema concreto, especialmente se centra en la mujer emparedada, el grabado del jinete y las fotos de Ramiro Retratista.
- La primera parte “El reino de las voces” se centra en su infancia. Es un niño atormentado y triste que se recrea en los defectos de las personas, ve las cosas desde un punto de vista negativo.
- Para él ellos son “herederos involuntarios de la soledad, del sufrimiento y del amor de quienes los habían engendrado”.
- Toda su faceta depresiva la vuelca en los ancianos, a los que dedica adjetivos como muertos en vida, sin dignidad, viejo desolado, sentados en tapicerías sintéticas o de plástico.
- Los aceituneros vuelven del trabajo como “un ejército fracasado”.
- Hasta cuando sale a pasear nos muestra su tristeza: “salgo a la calle mirando las caras de muertos futuros”
- Nos cuenta como su abuelo Manuel maltrataba a su mujer e hijas. Su madre creció sometida al miedo, temiendo las palizas y el castigo, aunque cuidó a sus padres hasta el último momento.
- Comentamos cómo asustaban a los niños con que los secuestrarían los tísicos para quitarles la sangre.
- La segunda parte “Jinete en la tormenta” se centra en su juventud hasta que se va de Mágina a Madrid a estudiar.
ResponderEliminar- Vive una adolescencia típica, con sus amigos, con un amor platónico, escuchando música, silencioso, hosco, soñando con salir de su pueblo y viajar.
- Manuel es un joven cobarde, asustadizo, al que le gusta inventar historias para entretener a sus amigos.
-Cuando tiene que hacer el trabajo de su padre en la huerta toma la decisión de salir definitivamente de allí. Estudiar y vivir en una ciudad será su objetivo.
- Por fin habla bien de un personaje, de su amigo Félix.
- Nadia y Manuel viven una existencia paralela pero sin cruzarse.
- Hablamos sobre el Teniente Chamorro, un republicano que estuvo en la cárcel y vuelve a Mágina para ser jornalero. A pesar de los tiempos, sigue defendiendo la justicia social y la educación.
- La tercera parte “El jinete polaco” ha sido la parte que más rápido se lee. Las piezas del puzle van encajando y se van cerrando algunos misterios que quedaban por saber.
- Manuel sigue sin estar a gusto en ningún sitio, siempre pensando en estar en otro lado. Reniega de sus orígenes por miedo a quedarse atado a un lugar. Quiere ser libre, sin ataduras ni posesiones.
- Pero también tiene miedo a ser siempre un extranjero, a no echar raíces. “Por más que uno quiera uno tiene un solo idioma y una sola patria, aunque reniegue de ella, y hasta es posible que una sola ciudad y un único paisaje".
- Su encuentro con Nadia es decisivo para reconciliarse con su pasado. La estabilidad emocional y el amor lo preparan para volver a sus raíces.
- Nadia lo salva dos veces: durante la borrachera de su juventud y en su madurez.
- Recuerda su vida con 17 años: las huertas, el trabajo, la venta de verduras. No es el mismo pero le gusta su evolución. Alcanza la felicidad y la plenitud con el amor.
- Busca sin descanso y en diferentes partes del mundo algo que tenía en su propio pueblo (Nadia).
- Gracias al baúl con fotos antiguas de Ramiro Retratista hacen un repaso de los personajes del libro aunque no hay ninguna imagen de él. “Qué ocurre con la gente cuando desaparece, cuando es olvidada y ni siquiera deja tras de sí el testimonio de una fotografía”.
- El comandante Galaz, no tenía vocación militar pero le gustaba el orden, la rutina, las normas. No tenía apego sentimental por nadie.
- Diego González, el ciego por disparos de sal, fue un coronel, falangista, fiscal en consejos de guerra. Un carnicero que al final recibió la venganza de un familiar.
- Donald Fernández, colombiano que decide viajar a Nairobi para morir en paz. Era tan reservado que nadie lo conocía.
- Inspector Florencio Pérez Tallante, un policía atípico, más interesado en la poesía que en su trabajo. Padre de un hijo “melenudo” que se marchó a Madrid y que parece que es un homenaje al padre de Joaquín Sabina.
Antonio Muñoz Molina, andaluz, nacido en Úbeda, Premio Príncipe de Asturias de las Letras en el año 2013, académico de la Real Academia Española desde 1995, ocupando el sillón de u minúscula, académico de Honor de la Academia de buenas Letras de Granada, ganador de múltiples premios literarios importantes, tanto nacionales como internacionales. Sin desmerecer ninguno, porque nos podríamos olvidar de alguno, destacaremos del Premio Nacional de Narrativa (por dos veces), Premio de Andalucía de la Crítica y el Premio Planeta por El jinete polaco, en 1991.
ResponderEliminarDespués de enumerar estas importantes distinciones literarias, te pones a leer su obra con mucho respeto.
Seiscientas dieciséis páginas, me suponen muchas, pero no. Abres el libro y sólo con una frase, que tiene 298 palabras con 22 comas, parece que no te da tiempo ni a respirar, pero ya te has leído dos páginas.
A mí me resultó difícil meterme en la temática densa de la línea histórico-cultural que nos propone. Algunas veces los extensos párrafos parecen que se nos atragantan y nos desbordan.
Puede decirse que Antonio Muñoz es un autor difícil, ya que el entramado de la obra me parece algo desigual.
Mezcla avalanchas de reflexiones y recuerdos, se aglomeran sentimientos, esperanzas y miedos, sensaciones con ilusiones e incluso situaciones amorosas de gran contenido pasional, combinando tiempos pasados y futuros, con un aluvión de fechas e instantes.
En esta laureada novela, no podía faltar un poco de intriga, por ello, el autor nos relata un misterioso suceso sobre una mujer emparedada, que nos ha tenido en ascuas hasta el final del libro.
En cuanto a la parte histórica, la guerra civil y la posguerra, creo que el autor la utiliza como telón de fondo y está latente en la memoria de todos aquellos que convivieron en esa época. Pienso, que todo ello le facilitó a construir la línea argumental de la novela.
Posiblemente es una obra con demasiados personajes, con lo cual, de vez en cuando, te pone a prueba tu memoria y llega al aburrimiento.
Describe varias época del protagonista, de sus parientes y de los vecinos de su pueblo.
Algunas veces, entre sus páginas, parece que estamos asistiendo a la revelación literaria diferente, de una prosa poética exquisita, elegante y profunda, con hallazgos líricos y simbolismos.
Pero también, en alguna ocasión, al lector le hacía sentir igual, que al protagonista de esta cita de la pág. 132: “...Declamadas o escritas, las palabras ejercían sobre él un efecto euforizante parecido al del vino, así que regresaba tan mareado de la barbería como de la taberna y terminaba la lectura de los periódicos hostiles entre sí sumido en una confusión semejante a la de una resaca de licores mezclados.”
Quiero destacar, por su dramatismo y crudeza, la reflexión que hace el comandante Galaz refiriéndose sobre la incipiente vida fetal de su hija: “...esa criatura innominada, sin sexo, sin rasgos humanos todavía, con membranas, con arborescencia de venas azules bajo el blando cráneo translúcido, con una forma indeterminada y acuosa de animal submarino, latiendo en la negrura y dilatándose en su concavidad, como un pulpo o un pez de grandes ojos idiotas, esa criatura extraña y temible que sin embargo había sido originada por él, en una sórdida noche conyugal de la que ni siquiera se acordaba, en un acto despojado de emoción o sentido como los acoplamientos ciegos de los animales inferiores, sangre de su sangre, decían con reverencia, sangre y vida sin él no hubieran existido y de las que no podría renegar.” (pág. 351)
Me ha gustado el sentimiento poético que muestra al describir en un recuerdo a su bisabuelo Pedro Expósito: “...hace más de un siglo, en tiempo sin huellas que sin embargo extiende sus hilos desde la oscuridad para llegar a mí y es una parte en la urdimbre de mi vida...” (pág. 155)
Valga este ejemplo para describir la combinación de tiempos: “...descubro al mirar el reloj que brilla sobre la mesa de noche, ésta no es la hora de Mágina, y no sólo que yo esté en otro continente y al otro lado de un océano, sino porque estos relojes no sirven para medir un tiempo que únicamente ha existido en esa ciudad, no sé cuándo, en todos los pasados y porvenires que fueron necesarios para que ahora yo sea quien soy, para que los rostros y las edades de los vivos y de los muertos se congregaran ante mí como en el baúl insondable de Ramiro Retratista, para que Nadia sucediera en mi vida.” (pág. 45)
ResponderEliminarY una referencia imaginativa sobre sus abuelos: “...pienso en mi abuelo Manuel y en mi abuela Leonor y sólo sé imaginarlos aniquilados por la vejez y derribados el uno contra el otro en un sofá tapizado de plástico y dormitando sin dignidad ni recuerdos frente a un televisor, se extinguen los nombres que fueron la savia de mi vida...” (pág. 44)
Al final, Antonio Muñoz Molina nos ha guiado con su imaginación por el pueblo de Mágina y consiguió, después de darnos infinitos paseos por sus calles y recodos, que lo conozcamos de punta a punta, empezando por la Plaza de los Caídos, callejón Santa Clara, Plaza San Pedro, Cine Principal, el concurrido Bar Martos con olor a vino rancio y su máquina de discos, calle Rastro, Plaza San Lorenzo, Colonia del Carmen, Hospital Santiago, Plaza General Orduña y ¿cuántas veces hemos pasado por delante de la Casa de las Torres? Ni se sabe.
De lo que no hay duda, es que la originalidad narrativa del autor está plenamente garantizada. Esto es indiscutible.
El autor nos presenta la vida de Manuel, el protagonista, y de su pueblo, "los azules de la tierra de Mágina", desde la Guerra Civil Española hasta la actualidad.
ResponderEliminarLa novela gira en torno a este personaje principal. A través de recuerdos, desde la infancia hasta la edad adulta, utiliza un "baúl de fotografías" de Ramiro Retratista.
Va revelando su vida y la de sus antepasados a Nadia, mujer con la que establece una relación, figura clave en el desarrollo de la trama.
"Repaso fotografías en blanco y negro de mi infancia y de la juventud de mis padres".
"Qué ocurre cuando la gente desaparece, cuando es olvidada y ni siquiera deja tras de sí el testimonio de una fotografía".
La novela está estructurada en tres partes, el título de la segunda parte es el nombre de la canción: "Jinetes en la tormenta".
La música juega un papel importante en la obra, "dulzura insoportable", acompaña a la narrativa para situarnos en los recuerdos, "me conmueven igual que si el tiempo no hubiera pasado".
"Desde ahora el tiempo era una línea recta que se prolongaba en dirección al porvenir y al vacío, como en las canciones con ritmo de blues".
La pintura de Rembrandt da nombre a la novela, "en la pared estaba el grabado del jinete polaco".
El tema del exilio resalta para unir lo personal y lo histórico. La nostalgia y las raíces por tiempos, personas y lugares que han quedado en el pasado.
"Candente paraíso de desarraigo y de viaje", "en Madrid, en Nueva York, en San Francisco", "para languidecer de abandono y melancolía".
Obra realista, extensa, de lectura lenta, retrata las dificultades de la vida rural española.
Narrada en primera y tercera persona, descripciones detalladas, con elementos sensoriales, "quisiera no ver ni oír ni oler ni tocar nada, nada que no me pertenezca y que no haya estado conmigo desde siempre".
Saltos en el tiempo, "cruzo del porvenir hacia el pasado", donde presente y pasado se mantienen hasta el final, entrelazados con la vida de los personajes y la historia de España.
Para finalizar destaco esta cita reflexiva del protagonista: "Las palabras no cuentan, invocan, la memoria es una mirada pura y arcaica que me convierte en un testigo inmóvil de lo que estoy diciendo".
Un saludo
Carmen
Me ha parecido que tiene una buena narrativa y, en general, me ha gustado.
ResponderEliminarEntrevista con Antonio Muñoz Molina:
ResponderEliminarEn “El Jinete polaco”trabajé directamente con materiales de mi propia experiencia, del mundo que yo conocía. Sigue teniendo lectores, porque es un libro generacional, que lo sigue siendo para las siguientes generaciones. El libro trata el despertar al mundo y eso es algo que siempre va a ocurrir.
Cuando lo lees es como si escucharas una melodía, una composición musical muy larga en sus frases y su secuencia narrativa.